

Y Dios creó al ser humano a Su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas palabras: "Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo"...
Génesis 1:27
Génesis 1:27
De la misma manera que es triste cuando la mujer ignora el diseño de Dios para poder llevar acabo un rol y propósito que no le pertenece, es triste que el hombre ignore su diseño y rol de varóm dado por Dios. Cuando Dios hizo al ser humano no se equivocó. Es verdad que tanto el hombre como la mujer fueron hechos a la imagen de su Creador y por tanto son iguales en valor y dignidad, pero al mismo tiempo, el hombre y la mujer son diferentes.
El hombre fue diseñado de una manera específica y es en luz de ese diseño y naturaleza que se la asigna un rol y propósito especifico que va en acuerdo con dicho diseño y naturaleza. Si bien es cierto que como cristianos somos llamados a glorificar y disfrutar de Dios para siempre, la forma en la cual lo hacemos varía y está ligado al diseño perfecto de Dios. Por esto es importante que el hombre y la mujer conozcan ese diseño, abracen el rol que Dios tiene para ellos para así caminar y cumplir son su propósito. Como resultado, cuando el hombre y la mujer conocen, abrazan y caminan de acuerdo a su diseño rol y propósito, se complementan de una manera perfecta para la gloria de Dios.
El hombre fue diseñado de una manera específica y es en luz de ese diseño y naturaleza que se la asigna un rol y propósito especifico que va en acuerdo con dicho diseño y naturaleza. Si bien es cierto que como cristianos somos llamados a glorificar y disfrutar de Dios para siempre, la forma en la cual lo hacemos varía y está ligado al diseño perfecto de Dios. Por esto es importante que el hombre y la mujer conozcan ese diseño, abracen el rol que Dios tiene para ellos para así caminar y cumplir son su propósito. Como resultado, cuando el hombre y la mujer conocen, abrazan y caminan de acuerdo a su diseño rol y propósito, se complementan de una manera perfecta para la gloria de Dios.