I. Apégate al texto
Recientemente escuchando un debate entre un cristiano y un miembro de la "Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días" o mejor conocida como la iglesia mormona, el cristiano le mencionó al miembro "mormón" el siguiente pasaje:
Isaías 43:10
«Ustedes son Mis testigos», declara el Señor, «Y Mi siervo a quien he escogido, Para que me conozcan y crean en Mí, Y entiendan que Yo soy. Antes de Mí no fue formado otro dios, Ni después de Mí lo habrá.
Los mormones creen que YHWH (el Dios de la Biblia), es uno de muchos dioses. Incluso no solo creen que el Dios de la Biblia comenzó como nosotros siendo hombre y llegó a ser Dios sino que creen que los miembros de la misma iglesia mormona pueden obtener esto mismo, llegar a ser dioses. Durante el debate mencionado, el cristiano citó Isaías 43:10, que claramente dice "Antes de Mí no fue formado otro dios, Ni después de Mí lo habrá", para mostrarle a su oponente que su creencia como miembro de la iglesia mormona está equivocada y que la escritura claramente nos enseña que no hay más que un solo Dios. ¿Cómo respondió el mormón? Con eiségesis.
El oponente del cristiano respondió : "Isaías ahí se refiere a que en este mundo no ha habido ningún dios más que el Dios de la Biblia, ni tampoco lo habrá después. Pero en otros mundos y universos sí ha habido otros dioses y por eso sabemos que también habrá después." El cristiano le respondió a su oponente con la siguiente pregunta, "¿eso en qué parte del texto lo leíste?". El mormón respondió - "En ninguna parte de ese texto". Con esto el mormón se expuso a si mismo mostrando que el le estaba imponiendo y forzando significado al texto debido a el compromiso que el tenía con su postura religiosa. El debió haberse apegado al texto sin importar el que tuviera que renunciar a su postura original.
Nosotros, como seguidores de Cristo debemos ser humildes y estar comprometidos a "apegarnos al texto".
Isaías 43:10
«Ustedes son Mis testigos», declara el Señor, «Y Mi siervo a quien he escogido, Para que me conozcan y crean en Mí, Y entiendan que Yo soy. Antes de Mí no fue formado otro dios, Ni después de Mí lo habrá.
Los mormones creen que YHWH (el Dios de la Biblia), es uno de muchos dioses. Incluso no solo creen que el Dios de la Biblia comenzó como nosotros siendo hombre y llegó a ser Dios sino que creen que los miembros de la misma iglesia mormona pueden obtener esto mismo, llegar a ser dioses. Durante el debate mencionado, el cristiano citó Isaías 43:10, que claramente dice "Antes de Mí no fue formado otro dios, Ni después de Mí lo habrá", para mostrarle a su oponente que su creencia como miembro de la iglesia mormona está equivocada y que la escritura claramente nos enseña que no hay más que un solo Dios. ¿Cómo respondió el mormón? Con eiségesis.
El oponente del cristiano respondió : "Isaías ahí se refiere a que en este mundo no ha habido ningún dios más que el Dios de la Biblia, ni tampoco lo habrá después. Pero en otros mundos y universos sí ha habido otros dioses y por eso sabemos que también habrá después." El cristiano le respondió a su oponente con la siguiente pregunta, "¿eso en qué parte del texto lo leíste?". El mormón respondió - "En ninguna parte de ese texto". Con esto el mormón se expuso a si mismo mostrando que el le estaba imponiendo y forzando significado al texto debido a el compromiso que el tenía con su postura religiosa. El debió haberse apegado al texto sin importar el que tuviera que renunciar a su postura original.
Nosotros, como seguidores de Cristo debemos ser humildes y estar comprometidos a "apegarnos al texto".
II. Analiza el texto
El compromiso de apegarnos al texto es fundamental cuando nos acercamos a la palabra de Dios y para hacer exégesis adecuadamente. Y si comenzamos con ese compromiso podemos avanzar al análisis del texto. Una pregunta clave es para este análisis es la siguiente: ¿qué dice el texto? Recordemos que la escritura es clara y que sosteniendo esa verdad podemos y debemos preguntarnos ¿qué dice el texto?, comenzando así a analizar el texto, pasando así de "leer" el texto a "estudiar" el texto.
Por lógica, Dios utilizó intencionalmente las palabras empleadas en la escritura y al mismo tiempo bajo una estructura gramática y coherente. Tú y yo nos comunicamos de la misma manera. Es claro que nos podemos equivocar en ocasiones o que podríamos haber escogido mejores palabras o formas de comunicar lo que está en nuestra mente, pero Dios no. Debemos honrar y respetar lo que Dios ha dicho y cómo lo ha dicho. Y esto lo hacemos dándonos el tiempo de analizar apropiadamente el texto, preguntándonos ¿qué dice el texto?
Algunas consideraciones para analizar lo que dice el texto:
Por lógica, Dios utilizó intencionalmente las palabras empleadas en la escritura y al mismo tiempo bajo una estructura gramática y coherente. Tú y yo nos comunicamos de la misma manera. Es claro que nos podemos equivocar en ocasiones o que podríamos haber escogido mejores palabras o formas de comunicar lo que está en nuestra mente, pero Dios no. Debemos honrar y respetar lo que Dios ha dicho y cómo lo ha dicho. Y esto lo hacemos dándonos el tiempo de analizar apropiadamente el texto, preguntándonos ¿qué dice el texto?
Algunas consideraciones para analizar lo que dice el texto:
- Analiza la selección de palabras: Palabras como "por" y "para" hacen una gran diferencia. No es lo mismo decir que "somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras" que decir "somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús por buenas obras"...
- Analiza el significado de las palabras: Si no conoces alguna palabra, es importante no pasar por alto esa palabra ya que esa palabra puede hacer una gran diferencia. ¿Cómo se hace esto? Un diccionario.
- Analiza la estructura de la oración o idea: Si un texto comienza con un "Por lo tanto"... el mismo texto nos está indicando que dicho texto fluye y depende de una idea o ideas anterior(es) al texto siendo considerado.
- Analiza otras traducciones: Al estudiar la escritura, es una buena práctica utilizar diferentes traducciones de la Biblia. Muchas veces hasta el significado de una palabra puede ser resuelto al encontrarnos con algún sinónimo de dicha palabra mientras que en otras ocasiones, ya que la estructura del texto suele ser diferente en cada traducción, podemos entender mejor la idea del texto siendo analizado al considerar las "diferentes formas" de comunicar dicha idea.
III. Contexto inmediato
Exclamó: "¡No te quiero volver a ver por aquí!"
Al leer la exclamación anterior, ¿qué se te viene a la mente? ¿Alguna vez has dicho o has escuchado a alguien decir algo similar a esto? ¿En qué circunstancias lo has escuchado?
Lee el siguiente párrafo para ver si lo que pensabas con respecto a dicha exclamación estaba en lo correcto.
Santiago, un niño de 8 años, estaba jugando afuera de su casa con sus carros. De pronto salió su papá y le preguntó "¿estás listo?, "sí, papá" - respondió Santiago.
En seguida subieron al auto para ir a lo que posiblemente sería su última cita con su oncólogo. Santiago llevaba año y medio bajo tratamiento de quimioterapia y aunque todo había avanzado positivamente, esta cita sería el parteaguas para escuchar por parte del doctor el plan a seguir y así conocer el rumbo de la vida de Santiago. Al llegar al consultorio, Santiago se sentó en las piernas de su padre mientras que el doctor se inclinó para sacar unos documentos de su escritorio. El Dr. Alfredo Torres siempre había sido muy cálido con Santiago y nunca le dejó desanimarse, pero esta vez la actitud del Dr. Torres no era tan predecible. El padre de Santiago notó la diferencia en el rostro del Dr., pero mantuvo la calma. El Dr. con calma, puso el expediente de Santiago sobre el escritorio y volteando a ver fijamente al niño, sonrió y dijo "Estás listo, ya no queda ni un solo rastro del cancer..."¿Qué? preguntó Santiago sorprendido. "¡Así es!" - dijo el Dr. Torres. "¡Estás más sano que nunca!". El Dr. Torres abrazó a Santiago y exclamó: ¡No te quiero volver a ver por aquí! ... ¡Vete a casa!
Lee el siguiente párrafo para ver si lo que pensabas con respecto a dicha exclamación estaba en lo correcto.
Santiago, un niño de 8 años, estaba jugando afuera de su casa con sus carros. De pronto salió su papá y le preguntó "¿estás listo?, "sí, papá" - respondió Santiago.
En seguida subieron al auto para ir a lo que posiblemente sería su última cita con su oncólogo. Santiago llevaba año y medio bajo tratamiento de quimioterapia y aunque todo había avanzado positivamente, esta cita sería el parteaguas para escuchar por parte del doctor el plan a seguir y así conocer el rumbo de la vida de Santiago. Al llegar al consultorio, Santiago se sentó en las piernas de su padre mientras que el doctor se inclinó para sacar unos documentos de su escritorio. El Dr. Alfredo Torres siempre había sido muy cálido con Santiago y nunca le dejó desanimarse, pero esta vez la actitud del Dr. Torres no era tan predecible. El padre de Santiago notó la diferencia en el rostro del Dr., pero mantuvo la calma. El Dr. con calma, puso el expediente de Santiago sobre el escritorio y volteando a ver fijamente al niño, sonrió y dijo "Estás listo, ya no queda ni un solo rastro del cancer..."¿Qué? preguntó Santiago sorprendido. "¡Así es!" - dijo el Dr. Torres. "¡Estás más sano que nunca!". El Dr. Torres abrazó a Santiago y exclamó: ¡No te quiero volver a ver por aquí! ... ¡Vete a casa!
Uno de los problemas más comunes que aleja a las personas de la exégesis correcta, es el no tomar en cuenta el contexto del versículo, el pasaje o incluso el libro que se está estudiando de la Biblia. El ejemplo anterior es un ejemplo sencillo de cómo el no saber el contexto que rodea el texto a considerar puede llevar a múltiples conclusiones. Para la mayoría de nosotros, la exclamación del Dr. Torres probablemente parecía fuerte y negativa, pero al considerar el contexto, la misma exclamación, aún sin cambiar una sola palabra, cobró un sentido totalmente contrario a lo esperado. La exclamación fue mas bien positiva.
Debemos de tomar en cuenta que la Biblia fue escrita a lo largo de miles de años. Al rededor de 40 autores en diferentes lugares y tiempos escribieron por parte de Dios lo que Dios mismo quería comunicar a Su pueblo . Esto naturalmente significa que el pueblo de Dios, dependiendo del lugar y el tiempo en el que se encontraba, debía recibir por parte de Dios un mensaje que fuera relevante a ellos y a su situación. En otras palabras cada autor de la Biblia tiene en mente una audiencia original y nosotros no somos esa audiencia. Cuando Pablo escribe a la iglesia de Corinto, verdaderamente escribe por parte de Dios un mensaje a una iglesia real, en un momento real, en un lugar real con problemas reales. Pero ¿entonces la Biblia pierde aplicación para nosotros? No. El punto aquí es que para que lleguemos a una aplicación adecuada debemos de primeramente entender cómo aplicaba dicho texto a la audiencia original, considerando el contexto de dicha audiencia.
Siguiendo el mismo ejemplo, Pablo, en el primer capítulo de Corintios exhorta a la iglesia a buscar la unidad (v10). El apóstol menciona que se le ha informado que "hay discusiones entre miembros de la iglesia" (v11) debido a que los miembros se han identificado como seguidores de diferentes personas incluyendo a "Pablo, Apolos, Cefas y Cristo" (v12). Pablo confronta a la iglesia por esta actitud y división recordándoles que "Cristo no está dividido" (v13). Ahora, tu y yo no conocemos personalmente a Apolos, ni a Cefas o a Pablo, por lo que este texto no lo aplicaríamos a nuestras vidas de manera directa, ya que es poco probable que dentro de nuestro contexto local seamos tentados a dividirnos a causa de la identificación con alguno de estos nombres (Apolos, Cefas o Pablo). Pero entendiendo que la iglesia de Corinto sí conoce a estos hombres de forma personal y que la tentación ha sido dividirse en "grupos" que se identifican como seguidores de tales nombres, nosotros bajo el mismo principio debemos de evitar este tipo de divisiones y buscar la unidad en nuestra iglesia y contexto local.
Esto es un ejemplo muy sencillo, pero sumamente importante. Todo texto se debe de leer y estudiar en su contexto inmediato.
Debemos de tomar en cuenta que la Biblia fue escrita a lo largo de miles de años. Al rededor de 40 autores en diferentes lugares y tiempos escribieron por parte de Dios lo que Dios mismo quería comunicar a Su pueblo . Esto naturalmente significa que el pueblo de Dios, dependiendo del lugar y el tiempo en el que se encontraba, debía recibir por parte de Dios un mensaje que fuera relevante a ellos y a su situación. En otras palabras cada autor de la Biblia tiene en mente una audiencia original y nosotros no somos esa audiencia. Cuando Pablo escribe a la iglesia de Corinto, verdaderamente escribe por parte de Dios un mensaje a una iglesia real, en un momento real, en un lugar real con problemas reales. Pero ¿entonces la Biblia pierde aplicación para nosotros? No. El punto aquí es que para que lleguemos a una aplicación adecuada debemos de primeramente entender cómo aplicaba dicho texto a la audiencia original, considerando el contexto de dicha audiencia.
Siguiendo el mismo ejemplo, Pablo, en el primer capítulo de Corintios exhorta a la iglesia a buscar la unidad (v10). El apóstol menciona que se le ha informado que "hay discusiones entre miembros de la iglesia" (v11) debido a que los miembros se han identificado como seguidores de diferentes personas incluyendo a "Pablo, Apolos, Cefas y Cristo" (v12). Pablo confronta a la iglesia por esta actitud y división recordándoles que "Cristo no está dividido" (v13). Ahora, tu y yo no conocemos personalmente a Apolos, ni a Cefas o a Pablo, por lo que este texto no lo aplicaríamos a nuestras vidas de manera directa, ya que es poco probable que dentro de nuestro contexto local seamos tentados a dividirnos a causa de la identificación con alguno de estos nombres (Apolos, Cefas o Pablo). Pero entendiendo que la iglesia de Corinto sí conoce a estos hombres de forma personal y que la tentación ha sido dividirse en "grupos" que se identifican como seguidores de tales nombres, nosotros bajo el mismo principio debemos de evitar este tipo de divisiones y buscar la unidad en nuestra iglesia y contexto local.
Esto es un ejemplo muy sencillo, pero sumamente importante. Todo texto se debe de leer y estudiar en su contexto inmediato.
IV. Contexto general
Ahora, un texto debe considerarse siempre en su contexto inmediato, es decir en relación a los textos anteriores y posteriores a dicho texto, pero es igualmente importante considerar el contexto más amplio o general. En otras palabras, no debemos considerar solamente el párrafo en que se encuentra dicho texto sino también debemos de tomar en cuenta el contexto del capítulo e incluso del libro completo. Muchos errores de exégesis se corrigen cuando se toma en cuenta no solo el contexto inmediato sino también el contexto general de un texto.
Algunas consideraciones que pueden ayudar a entender el contexto de un texto:
- ¿Quién escribió el texto?
- ¿A quién va dirigido?
- ¿Cuándo se escribió el texto?
- ¿Cuál es la situación cultural e histórica?
Ejercicio
Santiago 2:14-17 dice: 14 ¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? 15 Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, 16 y uno de ustedes les dice: «Vayan en paz, caliéntense y sáciense», pero no les dan lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve? 17 Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
Este versículo se usa en muchas falsas religiones para hablar sobre la justificación por buenas obras. Es un texto al cual muchos acuden diciendo "aquí dice que si no tienes obras serás justificado". Pero, ¿el texto dice eso? Sin utilizar otros pasajes de la escritura, considera los puntos mencionados https://iglesiacristoredentor.mx/exegesis (I. Apégate al texto II. Analiza el texto, III. Contexto inmediato, IV. Contexto general) anteriormente para hacer exégesis de estos versículos.
Este versículo se usa en muchas falsas religiones para hablar sobre la justificación por buenas obras. Es un texto al cual muchos acuden diciendo "aquí dice que si no tienes obras serás justificado". Pero, ¿el texto dice eso? Sin utilizar otros pasajes de la escritura, considera los puntos mencionados https://iglesiacristoredentor.mx/exegesis (I. Apégate al texto II. Analiza el texto, III. Contexto inmediato, IV. Contexto general) anteriormente para hacer exégesis de estos versículos.